Los momentos más emocionantes en nuestra corta experiencia fotografiando minerales, nos llegaron hace unos meses, de mano de una excelente persona que le gusta estar en la tercera fila.
Son numerosos los minerales que hemos recibido sin pedirnos nada a cambio, desde aquel primer mensaje que nos preguntaba acerca del tipo de minerales, cristalización y tamaño que preferíamos... nosotros en esta entrada, haremos más hincapié en los micros por que realmente quedamos fascinados por lo que veíamos.
Cuando empezamos a fotografiar minerales de la zona de Galicia, no nos podíamos creer la belleza que estábamos viendo delante nuestro; es realmente fascinante observar los caprichos de la naturaleza, inclusiones en pequeños cuarzos o la huella dejada por otros minerales en el momento de su cristalización.
Al igual que hablábamos en nuestra anterior entrada, es una belleza que nunca deja de sorprendernos, 
no sólo por el tipo de cristalización, sino por la cantidad de detalles que podemos apreciar en cada uno de estos minerales, en los que la mayoría tienen un tamaño inferior a los 5 milímetros.
Es fácil ver en la web minerales de un gran tamaño que pertenecen a otros coleccionistas expuestos en sus vitrinas (realmente geniales); seguramente, en museos y exposiciones de minerales lo que más llama la atención son aquellos ejemplares de un tamaño descomunal, y prácticamente si los hubiere, los de tamaño micro pasan inadvertidos o son muy pocos los que se acerquen a apreciar estas pequeñas "joyas", tal vez por que es un disfrute algo más solitario y su observación algo más dificultosa, pues para poderlos apreciar se hace necesario el uso de una lupa o binocular.
Son varios los motivos por los que son interesantes los microminerales, uno de estos motivos es la propia cristalización, 
algunas veces fuera de lo común, la perfección de los cristales que al ser tan diminutos es fácil que escapen de algún golpe y podamos apreciar sus caras y aristas en perfecto estado, la dificultad para hallarlos, ya que se necesita un "Don" especial para saber donde puede haber algo interesante; a veces una pequeña variación del color en la matriz o una mancha de óxido hace pensar que ahí puede haber un pequeño cristal; y otro motivo más que los hace más atractivos y llamativos aun si cabe es la rareza. Encontrar minerales en un lugar donde estudios y bibliografía no suelen indicar la presencia de algunos de estos cristales... todos estos y muchos más motivos hacen que los microcristales alcancen "un valor", igual o lo superen (en belleza, científico...) al que puedan tener los hermanos mayores de éstos.
Como decimos, para hallar estas pequeñas joyas se necesita un Don especial, pero no sólo eso, 
sino además tener los conocimientos apropiados sobre la zona en la que los vas a buscar, su geología, mineralización..., y sabemos a ciencia cierta, que ésta persona a la que hoy queremos sentar en la primera fila está "dotado" de ambos.
Si lo tratara de "sabio" seguramente se nos echaría encima, más aun que molestarle desde esta humilde entrada para hacerle pasar de esa "Tercera fila" en la que le gusta estar para colocarlo por unos momentos en la "Primera", pero ciertamente no sólo es sabio por los conocimientos que tiene (él humildemente dice son pocos en este campo), sino que además de "Sabio" tiene el "Don" muy importante de saberlos transmitir, y enseñar con cada una de las
conversaciones que se tienen con él...Finalmente comentaros que no sólo hemos recibido maravillosos microminerales, sino que además en igual o mayor número nos han llegado extraordinarias piezas que poco a poco iremos colgando en nuestro blog y en las páginas en las que habitualmente participamos, esperando que os gusten y sirvan para haceros una idea de las maravillas que es capaz de crear la naturaleza, en este caso en Galicia; demás está decir que hallar ejemplares intactos en algunas zonas es una tarea francamente difícil por el tipo de roca y matriz en la que éstos se hallan.
Carlos J. Rodríguez,
hoy queríamos tenerte en primera fila.
MUCHAS GRACIAS
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